Si sigues el manga de ONE PIECE no sólo podrás seguir leyendo el artículo sin problemas, sino que ya sabrás lo que está pasando y lo que los Piratas de Sombrero de Paja, junto con sus aliados, están tratando de hacer. La infiltración en Onigashima ya ha ocurrido y el objetivo de los rebeldes es claro: llegar a Kaido y Orochi.
Si en el capítulo anterior de ONE PIECE nos quedamos con Luffy a punto de estallar por una actitud que tuvo uno de los piratas de Kaido, en el último, el 980, tal y como habíamos pensado, nuestro protagonista, recordando la cara de Tama feliz por una sopa de judías, la misma sopa que con desprecio tiró el pirata, desahoga su ira y le golpea con una Gomu Gomu no Elephant Gun. Esto, combinado con Zoro que corta un palacio en dos y luego grita abiertamente que no vuele su cubierta, el dúo es descubierto y lado a lado se ven obligados a abrirse paso entre los enemigos para llegar al castillo de Kaido.
Pronto se dan cuenta de que esta estrategia es más complicada de lo esperado debido al número de enemigos y también a la considerable fuerza que algunos de ellos demuestran. Si ciertamente ver al capitán y al vice-capitán uno al lado del otro como no sucedía desde hace mucho tiempo es algo fantástico, por otro lado ahora por las dos cosas se han vuelto más complicadas y si consideramos también la intervención en las últimas páginas de Kid, ahora son tres los que han elegido un camino mucho más tortuoso.
Seguramente las cosas se pondrán más y más interesantes de aquí en adelante, con la esperanza de ver una lucha combinada entre Zoro y Rufy y descubrir lo devastador que pueden ser juntos.